Como cantaba Perlita de Huelva allá por 1969. O más bien, habría que decir, amigo espectador. Porque esta carretera tiene un peligro, no lo niego, pero más aún, una película que a la que han situado en las nubes pero que supone una decepción sin paliativos. Juan Antonio Bardem intenta una mezcla de géneros entre la intriga, que pronto desaparece, el cine negro, el drama romántico y la denuncia con toques neorrealistas, que no cuaja y que tras un principio pasable, comienza a ser tan cargante como su alucinado protagonista, el tal Juan (Alberto Closas), que llega a ser tan rimbombante como hueco.

"Muerte de un ciclista" tiene unos cuantos defectos empezando por lo acartonado de los personajes hasta el ridículo desenlace con un ciclista loco, pasando por unas situaciones y conversaciones que hacen que la película pierde credibilidad a chorros. No me creo como se toman el incidente al principio, vamos ni hablan, ni su evolución, ni la catarsis, De paso, Bardem nos hace una especie de crítica estereotipada al régimen franquista. Todo muy tonto pero se ve que si alguien dice que la sociedad franquista era un asco, automáticamente la película se convierte en una obra maestra. Vaya ilusos.