A ver como comento la película sin destripar la trama. Digamos que más que terror sobrenatural, "La huérfana" es un thriller que mezcla intriga y suspense, lo cual supuso una pequeña decepción (SPOILER). No obstante, Jaume Collet-Serra saca su trabajo adelante gracias a una historia bien contada en la que el miedo a lo diferente y a lo extraño se personifica en una inquietante, y no obstante atrayente, huérfana rusa de 9 años, Esther (Isabelle Fuhrman). Sobre este punto, no sé si los orfanatos han protestado por temor a que las adopciones bajen por meterles el miedo a los futuros padres. No obstante, es ficción y no hay que tomarse en serio este planteamiento que a más de uno molesta. De lo contrario llegará un momento en el que nos limitaremos a lo que sale en "Un mundo feliz" de Huxley para no ofender a nadie. Familias, adoptand niños sin temor. Y si tenéis dudas, acordaos de "Gru, mi villano favorito".

La principal baza de "La huérfana" es que Esther no es nada de lo que parece. Y hasta aquí puedo decir. Mientras tanto, el planteamiento te recuerda a "El buen hijo", aquella de Macaulay Culkin de 1993, pero con un añadido sorprendente. Algo convencional, no da miedo, pero si te mantiene pegado delante de la pantalla para ver como va acabar y, sobre todo, qué esconde Esther. Ahora bien, no sé si escandalizaréis o no, pero os confieso que hasta que se desvela su verdadera naturaleza, sentía más bien pena y hasta fascinación por esta niña. No me negaréis que tiene personalidad, inteligencia y estilo. Y su look gótico-decimonónico no está nada mal. Tampoco que cuando es blanco de las burlas de sus compañeros de clase y hasta de su hermano, uno se pone de su lado. Soy incapaz de odiarla. Por eso, me hubiera parecido muchísimo mejor jugar con la ambigüedad del personaje hasta el último momento (SPOILER).