Película sin pretensiones y con un presupuesto de telefilm vespertino. La idea a pesar de estar muy vista , s i se hace con más presupuesto, ganas y algo de originalidad, la cosa puede mejorar bastante, aún así se deja ver y entretiene más o menos, Burt Reynolds en franca decadencia, con una americana amarilla que hiere la vista verla, con cara de cartón piedra todo el rato y en cualquier situación, frente a un Bret Harrison correcto y poco más, eso si, te tiene que gustar el póker, aun así los norteamericanos son capaces de hacer que parezca divertido, lo que es aburrido, para verla y olvidarla, también para incondicionales de Burt Reynolds, que no se diga.