Desde hace bastante tiempo eché el ojo a esta película, una de las más recordadas de Elia Kazan, pero nunca encontraba las ganas suficientes para dar el paso.

Bud (Warren Beatty) y Wilma (Natalie Wood) sí que dieron el paso para estar juntos, y lo que pasó después es lo que hace mítica a 'Esplendor en la hierba'; para mí, con todo merecimiento.

De la historia de ambos protagonistas se puede sacar algunas lecciones, que quizás para algunas personas puedan resultar chocantes. Desde mi punto de vista, lo que yo extraigo de esta historia es, en resumidas cuentas sin arruinar la experiencia a quien aún no la haya visto, que a veces lo que parece lo correcto es, en realidad, una prisión.

El trío Kazan-Wood-Beatty toca la fibra y hacen abrir los ojos en un filme que casi 60 años después no ha perdido un ápice de grandiosidad; los trabajos de ellos dos (sobre todo Natalie Wood en una interpretación espléndida), más la de algún secundario como Pat Hingle, y la dirección de Kazan engrandecen el conjunto.

Sería un error tomar a este filme como un melodrama de los que tantos hay. Cuando hay drama rodado tanto delante como detrás de las cámaras de forma soberbia y hace reflexionar no es un dramón cualquiera.