El paso del tiempo ha devaluado bastante este meritorio filme de suspense y terror. No es lo mismo verla ahora que en su momento. A las nuevas generaciones les parecerá una tontería pero cuando se estrenó tuvo cierta relevancia. Algunos amigos mayores que la vieron en el cine me comentaban que la película les pareció mala pero por si acaso dejaron de usar el ascensor durante una temporada.

Cuenta la historia de un elevador en el que comienzan a suceder cosas raras cuando cuatro personas casi se asfixian en él. En un principio el mecánico encargado del mantenimiento no descubre nada anormal sin embargo, cuando varias personas mueren al usar el ascensor decide investigar por su cuenta con la ayuda de una periodista.

Dick Maas es un interesante director holandés, hoy desaparecido en combate, pero que en los ochenta tuvo varios éxitos con bastante repercusión, sobre todo, en su país. El ascensor fue la película con la que debutó y aunque es bastante cutre, no deja de tener su encanto. Hay escenas con efectos especiales muy cochambrosos, como por ejemplo la secuencia en la que uno de los vigilantes del edificio muere decapitado cuando su cabeza queda atrapada entre las puertas del ascensor.

No obstante, la cinta se deja ver y constituye un reivindicable filme de terror serio y aceptable.