Un peligroso forajido es capturado por agentes de la ley. Su plan es trasladarlo a otra localidad por donde pasa el tren que lo conducirá a Yuma donde será juzgado por sus crímenes, pero el resto de la banda tratará de impedirlo. El viaje hasta allí permitirá que prisionero y captores se conozcan en profundidad teniendo que unir en varias ocasiones sus fuerzas para luchar contra los peligros del camino.

El trabajo de las dos rutilantes estrellas de su reparto es lo que aporta el verdadero interés a este esforzado remake basado en la película de Delmer Daves del mismo título y filmada en los cincuenta. Si aquella duraba escasa hora y media, ésta prolonga la acción hasta las dos horas. A la nueva versión la encuentro algo lenta, está bien hecha y el carisma de Crowe y Bale la salva de la mediocridad pero el conjunto no me pareció superior a la versión original. Se trata de una película correcta sin más. Destacaría también el trabajo del veterano Peter Fonda y el de Ben Foster y poco más.