Una vez más, se destroza una franquicia estirando demasiado la saga. Prácticamente se han cargado todo el encanto que podía tener cualquier personaje de la primera parte.

Empezando con Diego (el Dientes de Sable) relegado a un papel comparable al de Faubert en el Real Madrid, o a IU en la política nacional española, un perezoso al que ya no saben qué hacer con él de tan cansino y estúpido que es, y terminando con unos mamuts que han acabado siendo la voz moralista, cursi, tradicionalista y supuestamente adulta de la cinta, con una de las subtramas más cansinas y manidas (Un embarazo de por medio).

Para rematar la faena han conseguido lo que a priori parecía imposible; destrozar al personaje de la ardilla Scrub.

Con una historia simple, predecible y porque no decirlo, cada vez más parecida a cualquiera de la Saga "En busca del valle encantado" (con subtramas literalmente robadas de dicha colección de películas), tan solo los niños podrán disfrutar.

Si la película no cae aun más en el abismo al que un servidor esperaba encontrarse tras los primeros minutos, es porque, paradójicamente a todo lo anterior mencionado, los chicos de Blue Sky Studios se sacan de la manga un nuevo personaje que eleva la película en cada fotograma que sale, el simplemente desternillante Buck.

Lamentablemente, Buck no es suficiente para salvar de la quema a esta innecesaria tercera parte, que vive de las rentas de sus predecesoras, repitiendo formulas más que gastadas y con mensajes cada vez más rancios y clasistas. Decepcionante.