Entre tinieblas es una perla en la filmografía de Almodóvar. Su habilidad para plantear situaciones bizarras desde la naturalidad, y su delirante cóctel de monjas, drogas y lesbianismo la convierten en una obra maestra con todas sus imperfecciones.

El film transpira incorrección y desarrolla una provocación más conceptual, más elaborada que en sus dos primeros films. Se agradece una puesta en escena más planificada, más cuidadosa, que planta el embrión de la estética marca de la casa, que acompañará el resto de sus películas. El Universo femenino que construyen los personajes de sus actrices (Espectaculares Julieta Serrano, Chus Lampreave, Marisa Paredes y Carmen Maura) es una maravilla. Los gestos y mirada de Julieta Serrano en la escena del número musical Salí porqué salí, son una lección magistral de interpretación.

También tiene sus puntos débiles: alguna interpretación sobreactuada, una progresión dramática irregular... Pero el solo hecho de la premisa que plantea, y la valentía de su director tratando un tema tan controvertido como la religión en la España post-franquista de los años 80's compensan con creces sus imperfecciones. No es de extrañar que levantara polémica en el Festival de Venecia (la primera vez que programaban un film de Almodóvar).

Al final, estamos ante un Almodóvar desacomplejado y transgresor que nos cuenta una complicada historia de amor entre dos mujeres desorientadas en la vida.