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Spain Spain · Abroad (de momento)
Shinboneniná rating:
2
Sci-Fi. Horror A group of scientists try to track down and trap a killer alien seductress before she successfully mates with a human.
Language of the review:
  • es
April 22, 2011
63 of 96 users found this review helpful
Joder, solo hay algo que me asusta más que pensar que un alienígena hijo de puta esté entre nosotros con el único propósito de reproducirse a velocidad de vértigo hasta exterminar a la raza humana: que los encargados de velar por nuestra seguridad sean un comando de tarados como el que protagoniza la película. A saber:

-La mente pensante es Ben Kingsley, con su sempiterna calvorota y sus trajes italianos, que aquí se llama Xavier, a lo patrulla X. Sin embargo, tiene sentimientos, deja caer una lagrimita cuando las circunstancias le abruman. Trabaja en un proyecto ultra secreto un tanto absurdo: buscar vida inteligente por esos mundos de Dios, cuando es evidente que de neuronas no andamos muy sobrados en el planeta azul, sobre todo los guionistas y el director.

-El esotérico del grupo, que aquí pintan como si fuera un científico, es el bueno de Forest Withtaker, un vidente de cuyas videncias dudo, a juzgar por las luces desprende su personaje. No he podido ver a Iker Jiménez entre los asesores científicos, seguro que firmó con seudónimo. Es tan humilde…

-La científica pura y dura es Marg Halgenberg, que completa su sueldo de CSI con alguna chapucilla a media jornada, y de paso se intenta cepillar al galán de turno. Parece modosita, pero es solo apariencia.

-Luego está el amigo Alfred Molina, que desde que acompañaba a Indiana Jones por las selvas suramericanas, no veas lo que ha progresado. Aquí encarna a un antropólogo especializado en cruce de especies (sic). La antropología de las películas tiene un currículum ligeramente distinto. Debe de referirse al acoplamiento entre neandertales y erectus o entre australopitecos y sinántropos. Esto es la hostia.

-Para cerrar el quinteto, el guaperas cachitas y castigador, hombre de pocas palabras y siempre dispuesto a echar mano a la pistola. A cualquiera de las dos. Ése es Madsen. No me extraña que se les haga el chochito gaseosa a terrestres y extraterrestres.

El caso es que van detrás del alienígena, que es una rubia con un par de tetas que no dejan que te centres en otra cosa, sobre todo si eres público adolescente y masculino, y la pobre no puede echar un polvo para reproducirse. Ya decía mi vecina que esto de la jodienda cada vez se está poniendo peor.

El argumento es lo de menos, y los efectos especiales los he visto más espectaculares en un vídeo de mi sobrina, con unos cartones y un frasco de bicarbonato. Eso sí, ¡qué tetas!
Shinboneniná
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