Aprovechando el tirón que tuvo su serie " En los Límites de la Realidad " su
creador Rod Serling regresa con una serie de tres historias por capítulo que
mezclan la fantasía, el misterio y un terror muy previsible y descafeinado.

Son presentadas las historias a través de unos cuadros en una galería de arte
completamente oscura y sin público, para darle al asunto un poco de ambiente
tenebroso y, de paso retener al espectador dubitativo.

Serling se muestra reiterativo y falto de imaginación en la mayoría de capítulos
de la serie, por la que desfilan numerosas estrellas del cine y de la televisión
de aquellos años, tanto jóvenes como veteranos, estos generalmente solo
consiguen hacer el ridículo y estropear el buen recuerdo que se tenga de
algunas de sus actuaciones anteriores.