No es la mejor serie del mundo, ni mucho menos, y aunque éste ha sido un pensamiento recurrente mientras veía las dos temporadas que han salido hasta ahora, no he podido parar de verla.

Me parece un buen argumento de primeras pero a medida que iba viendo capítulos pensaba: "esta historia no puede dar más de sí, en algún momento no van a poder parar de repetirse una y otra vez las mismas situaciones"; pero me equivocaba. Desde el primer capítulo de la primera temporada hasta el final de la segunda hay tantísimos cambios que ni se me ocurriría enseñársela a nadie por la mitad, perdería toda la gracia. Espero muy en serio que no la fastidien en la tercera temporada (cruzo dedos).

¡Y durante toda la serie están dando filosofía! ¿Soy la única a la que le parece genial una serie en la que se dedique tanto tiempo a teorías y conceptos filosóficos sobre la ética y la moral?**