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Spain Spain · Madrid
Charles rating:
10
Adventure. Fantasy. Drama Lost on a mysterious island where aging and time have come unglued, Wendy must fight to save her family, her freedom, and the joyous spirit of youth from the deadly peril of growing up.
Language of the review:
  • es
May 24, 2020
13 of 18 users found this review helpful
¿Cuánto tiempo hace que no descubrías una película?
¿Que te recreabas en sus imágenes con puro sentido de la maravilla, que cada pequeño momento escalaba hacia tu corazón, y la fantasía se sentía más cerca, más "vivida", que nunca?
Quizá necesitábamos volver, a esa isla.
A donde nunca se hunden los sueños, o se olvidan.
Acércate a la ventana, salta, ahora, ya, antes de que pierdas el tren, te dice Benh Zeitlin prescindiendo de gorro enplumado o mallas verdes. No necesitas adornos, solo creer.

'Wendy' ha estado años en construcción, filmándose en una isla perdida (y volcánica) del Caribe, dependiente de la imaginación y espontaneidad de sus artífices y reparto.
Un proyecto de amor, a todas luces, que rivaliza con cualquier otra versión del inmortal 'Peter Pan' por una sencilla razón: no habrá nada en esta vida como crecer, y ese mantra se queda bien profundo, en el corazón de este Nunca Jamás.
No habrá nada como descubrir la inmensidad del mundo a edad temprana, no habrá nada como creer que los juegos de hoy serán nuestra esperanza del mañana, no habrá, nunca, nada como bailar sin parar al son de nuestra propia muda melodía... y, desde luego, no habrá nada como darse cuenta de que aquella fantasía, por muchas canas y arrugas, jamás abandonará del todo tu vida.
Afirmaciones hermosas, puras, que recorren la historia y la sirven sin cinismo o burla ninguna. Aquí había creyentes filmando, y eso es raro de ver.

El viaje iniciático de Wendy la lleva a afirmar, con infantil furiosidad, que su vida no será servir los desayunos en la estación a orillas de las vías.
Esa idea y una sombra en la pared (apenas marcada, nada fantasiosa o bien señalada) se alían para sacarla de lo que siempre ha conocido, y plantearle la posibilidad de que sí, existe otra posible historia, una que se contará en leyendas sobre esa niña que voló a jugar con los fuegos de la tierra o a nadar entre bioluminiscencias eternas.
Solo, tras mucho caerse entre las plantas o secarse a la brisa de la playa, Peter le menciona, de pasada, como augurio innombrable, el secreto: "nunca dejes entrar la tristeza en tu corazón".
¿Y si existe la tristeza, cómo es que se evita, en la tierra de milagros e imposibles, su curación?

Una pregunta que merece la pena hacerse.
Tanto, que también merece la pena reescribir la historia de J.M. Barrie, y encontrarle un sentido a ese hueco del alma adulta, que con nada se llena y parece condenado a permanecer vacío.
"Tú no entiendes, eres joven."
Frase que no nos hemos cansado de usar como arma arrojadiza, quemando el puente de vuelta a casa, porque con un par de arrugas, andrajos y michelines nos creemos merecedores de lo que esos malditos críos de pies descalzos nunca apreciarán.
Sin darnos cuenta de que Nunca Jamás es enorme, es eterna. Y nunca nos abandonará, por mucho que queramos virar el rumbo y darnos la vuelta.

Habíamos creído que no existían los finales felices.
Que no puedes estar orgulloso, agradecido, o contemplar en viejas fotos el niño que fuiste, sin regañarle por correr tan rápido, o haberse manchado tanto.
Es mentira: puedes hacer las paces, escuchar cómo voló con Peter y cantar la misma melodía que parecía escondida; en un solo paso.
Ten el valor y la poca vergüenza de darlo.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Charles
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