El que ha llegado aquí siendo seguidor de Quentin Tarantino y pretende encontrar todo lo bueno que tiene acostumbrado a ofrecer, lo va a encontrar. Y como en sus mejores momentos, calidad a borbotones, con su estilo y con sus formas. El que llegue aquí y pretenda encontrar en "Django desencadenado" algo diferente o sorprendente, algo nuevo, desde luego que no lo va a encontrar. Tarantino es fiel a su camino y no se aparta, de manera que se cumple aquello de que puede crear opiniones extremas, a un lado los que lo odian y al otro los que lo idolatramos. Así, lo que vamos a ver en esta historia del negro Django puede ser motivo de admiración y a la vez de quejas. Sucede lo mismo que en otros títulos suyos, y a mí, lo que es a mí, me ha metido un nuevo bofetón en la cara y me ha vuelto a cautivar, las cosas como son, el bofetón que me ha dado ha sido encajado con placer.

Y si digo que hay más de lo mismo (y lo vuelvo a decir) es con tono en positivo, por supuesto, de ahí que le ponga un diez como una casa. He visto la misma chispa, la misma rabia y el mismo cachondeo. Se apoya en unos inmensos actores, en los que no destaca Jamie Foxx por encima de Waltz o DiCaprio, incluso en su breve aparición Don Johnson (quién me iba a decir a mí que llegaría a afirmar algo así) está descomunal. No es raro que los que tenemos en todo lo alto a Tarantino apreciemos una nueva obra magistral, hay una música colocada de la mejor manera, un guión sencillo y loco a la vez, violencia y muerte en cada rincón y cuando toca, no podía ser de otra manera, conversaciones puestas en bandeja para el deleite del personal.

No es raro que guste a los seguidores, en sus más de dos horas hay motivos suficientes para estar satisfecho, pero también para pedir más, porque sabemos que no es muy prolífico y tendremos que esperar bastante más de lo que tardan otros. En este western le rinde homenaje a Leone, sí, puede que sea así, pero lo cierto es que toca un tema poco tratado, el de la esclavitud, y se mete de cabeza hasta el fondo. Yo al guión no le pido más, ni un pero, es evidente que su objetivo es el de una recreación visual y estética. Y además, entretiene una barbaridad. El guión de "Kill Bill" es el mismo título, no hay más, y es un diez. La historia de Django es sencilla y es también otro diez.