Volver a ver una película que queda muy atrás y darte cuenta de que te sigue pareciendo igual de buena es una pasada, no tiene precio, es lo mejor que le puede pasar a un domingo cualquiera por la tarde. "The Warriors" lo tiene todo, hasta cosas malas, pero sobre todo transpira nostalgia por tratarse de una película que muchos vimos siendo adolescentes. Yo también quise ser un Warrior en mi ciudad, era un niñato igual de tonto que cualquier otro y soñaba con ser un Warrior que lucha contra una serie de pandillas inclasificables. Porque los Warriors eran los buenos, peleaban si hacía falta, no les faltaba ingenio ni valor, y si tenían que salir corriendo pues también.

Me lo he pasado como un cochino viéndola de nuevo. Engancha pese a que los actores, la mayoría, realizan actuaciones más bien malas, engancha pese a que el guión es de lo más simple (puede que eso la haga buena) y sobre todo engancha porque en nuestra mente nace una idea que nos identifica con ellos. Las persecuciones que los vuelve locos, la estética única, el amanecer en la playa... No tengo duda que no hay nada parecido a algo así, para mí los warriors son un capítulo a parte.