Una noche estaba yo tranquilamente viendo cortos de terror (como buen fan del género para satisfacer mis necesidades de sentir miedo mensual) y me encontré con uno que se llamaba "Mamá" que contaba, en apenas tres minutos, la angustiosa huída de dos niñas que eran perseguidas por un ente terrorífico conocido como "mamá". Su extraña habilidad de moverse de forma poco saludable para la espalda y sus pelos flotantes no presagiaban nada bueno de la figura materna. El corto periplo de Victoria y Lilly me encantó, simple pero efectivo, conseguía su objetivo, asustar.

Pues bien, años más tarde me encuentro con que ese corto (que automáticamente se había convertido en uno de mis favoritos) iba a dar el salto a la gran pantalla convirtiéndose en largometraje. Viendo el resultado final ¿mereció la pena? Difícil respuesta. Ante todo sea dicho que no estamos ante una mala película: entretiene y puede darte algún sobresalto. El problema es que ha quedado demostrado que esta historia funcionaba mejor como corto que como largometraje.

Y es que a la hora de desarrollarse el guión cae en los mismos tópicos de siempre de fantasmas atormentados, una historia mil veces vista. Peor aún, da demasiadas explicaciones en torno al origen de "mamá" perdiendo uno de los grandes valores del corto original, el halo de misterio que desprendía el ente y la situación en sí. El miedo a lo desconocido, a lo que no puedes entender, se hace añicos al darnos unos motivos y encima tan típicos y tópicos.

Mismo problema tiene el fantasma, es curioso que el corto original, con menos medios, consiguiera que la mamá fantasmal diera más miedo que esta que nos presentan. Quizá el fallo venga por mostrar demasiado a la criatura, con unos efectos especiales por ordenador demasiado evidentes y que hoy en día ya no impactan tanto. Nuestra querida mami tendría que haberse quedado más entre las sombras.

Los personajes están muy desaprovechados, cayendo casi todo el protagonismo en las niñas. Jessica Chastain y Nikolaj Coster-Waldau no dejan de ser la típica pareja que ha tenido la mala suerte de verse en medio de la situación. El resto (un psicólogo que quiere usar a las niñas como conejillos de indias para sus estudios y una tía obsesionada con quitarle la custodia de las niñas a los padres adoptivos) parece que iban a tener más peso pero se quedan en nada. Eso sí, destacar el buen trabajo de la pequeña Megan Charpentier que se convierte en lo mejor de la peli (al contrario de su hermana, personaje plano donde los haya que aparte de andar a cuatro patas y dar un par de sustos, poco aporta y menos evoluciona).

A estas alturas cabe hacerse la pregunta clave ¿merece la pena verla? Pues depende. Si eres fan del género, si te gustan las pelis de fantasmas, si no tienes nada mejor que hacer y quieres desconectar un rato...se puede ver. La película está bien hecha, no es en absoluto una bazofia y seguro que tiene mejor calidad que la decimoquinta parte de Paranormal Activity (que la habrá). El problema es que aun siendo algo superior a muchas películas que pueden estrenar hoy en día se queda lejos, muy lejos, de las grandes del género acabando siendo una más, bien vestida y con lazo, pero una más.