Esta tercera entrega de la saga pega un cambiazo prácticamente total, tanto de localización como de protagonistas.

El nuevo emplazamiento ofrece un abanico de oportunidades parcialmente aprovechadas y las carreras siguen manteniendo la adrenalina y el nervio hacia niveles considerables.
Pero es precisamente por la falta de los protagonistas originales, o por la ausencia de uno con gran carisma como la que poseía el personaje de Vin Diesel (aunque éste da una agradable sorpresa a los fans aquí) y por la repetición de lo mismo una y otra vez por lo que la saga sigue sin ofrecer algo realmente digno e interesante.

Además, aún en esta entrega, se sigue sin llegar la nivel de la ya algo lejana primera.