Esta película ha sido una tremenda sorpresa… Es una película peculiar, como peculiares son los personajes que aparecen en ella.

El grupo de personas que “lidera” Donald es, cuanto menos, curioso, y por ser personas extrañas, con alguna disfunción mental, están al margen de la sociedad. Es claramente una injusticia, ya que viendo como son, como se comportan entre ellos podemos ver que son personas también (evidentemente, incluso más personas que mucha gente “normal”), como cualquier otra, capaces de establecer relaciones entre ellos y crear sus vínculos de amistad. Esto que comento se refleja en la película, pero ésta es ante todo una historia de amor. No es nada típica, y la historia (basada en una historia real, por cierto) es muy buena…

No se parece a ninguna película romántica que haya visto, pero es de las más bonitas y humanas… Claramente por encima de la media.

Josh Hartnett hace su mejor interpretación con el permiso de la de “Las Vírgenes Suicidas”, aunque en “Mozart and the Whale” recae mucho más peso sobre él al ser protagonista… Y, por supuesto, ni la interpretación de Josh Harnett ni la película en general serían lo mismo sin la maravillosa Radha Mitchell, una actriz que cada vez que se pone delante de la cámara con una película en condiciones demuestra que es una pedazo de actriz.

Una gran película que nos enseña que el amor es universal, a todos nos atrapa, pero a la vez es único en cada caso…