"Carta de una desconocida" (Letter from an Unknown Woman) es la segunda producción norteamericana -de las cuatro que rodó- del maestro alemán Max Ophüls. Basada en la breve novela homónima del austríaco Stefan Zweig narra a través de una compleja estructura apoyada en cuatro flashback la apasionada y secreta historia de amor de la joven Liza Berdle (maravillosa Joan Fontaine) por el maduro pianista Stefan Brand (Louis Jourdan).

Rodado en una Viena y un Linz reconstruidos en estudio, dentro de una completa añoranza de su perdido mundo centroeuropeo, este melodrama romántico es una de las obras maestras de Ophüls que, en su momento, fue un rotundo fracaso de público y no ayudó en nada al director durante su exilio norteamericano.

Con ritmo de un musical, de musical encerrado en una diminuta caja de música, se crea esta joya de Ophüls. La pureza de un film romántico, cruel, que avanza hacia ese magnífico melodrama hecho de encuentros y reencuentros, de la fugacidad de un instante sublimado, del devenir de un tiempo inapreciable y que a la vez parece detenido. El laberinto de las apariencias, de la tristeza, el laberinto de calles y pasillos, de sentimientos y miradas, de personajes, crea como un esplendoroso y decadente decorado, refinado y onírico, en el que Ophüls y su obra se contemplan.
Este poeta maldito que es Ophüls, ese epígono de Byron o Verlaine, construye su obra a ritmo y compás de sonata desesperada.