De entrada lo primero que se me ocurre decir es que Julie y Julia es una película "amable" y lo digo sin ningún animo peyorativo; todo en ella derrocha buenos sentimientos, los personajes son alegres, las parejas se aman y se respetan, el trabajo las dignifica y el amor por la cocina francesa actúa como hilo conductor de esta comedia romántica agradable y llena de buenas intenciones.
Tengo dos buenos amigos que siempre me están pidiendo que les recomiende películas "amables", no exentas de calidad, que les entretengan y les evadan de la cruda realidad de la vida cotidiana; intento complacerles pero me cuesta bastante ya que no suele haber mucho cine de este estilo en las carteleras. Sin duda les recomendaré que vayan a ver Julie y Julia, estoy convencido de que les gustará y saldrán con una sonrisa en la boca después de haber pasado dos horas agradables.

La primera parte de la película se ve con agrado, entre fogón y fogón, gracias a las buenas interpretaciones de Meryl Streep y Amy Adams (de nuevo frente a frente tras La duda) contándonos dos historias paralelas en dos épocas diferentes basadas en el arte culinario de Julia Child, la cocinera que influyó decisivamente en la forma de comer de las familias americanas. Sin embargo, en la segunda parte el film se vuelve repetitivo, previsible y demasiado largo, hasta el punto de llegar a empachar y nunca mejor dicho. De haber durado media hora menos Julie y Julia sería una película notable, pero la obsesión del cine hollywoodense actual por alargar las historias en exceso perjudica a esta comedia romántico-culinaria, pese a todo agradable de ver y llena de buenos propósitos.

¿Conseguirá Meryl Sreep una nueva nominación al Oscar? Es muy probable y seguramente se lo merece, aunque a mi personalmente este papel no me parece de lo mejor de su carrera.

Un último consejo: a poder ser vayan a ver la película con el estómago lleno, de lo contrario lo pueden pasar realmente mal.