El género de mafia da, en el 95% de los casos, estupendos resultados. No digo el 100% porque no puedo jactarme de haber visto todas las películas de esta temática. Pero está claro que, si recordamos la trilogía de "El Padrino", los títulos de Martin Scorsese, muchas cintas con Al Pacino o Robert de Niro... La cosa está clara. Casi siempre el cine de mafia es sinónimo de gran calidad.
En esta ocasión se cumple también. Este film es el típico que, de antemano, con esos 2 actores, ese director y ese argumento, podemos asegurar que es muy buena incluso antes de verla. Y efectivamente es así.
Grandes interpretaciones, grandísima dirección, buen ritmo y estupenda trama que, aún siendo larga, no aburre en absoluto.
Lo único que quizá se le pueda achacar es que está cargada de clichés. Tal vez ocurriera tal como nos lo cuentan, pues está basada en una historia real. Sin embargo, el desfile de asesinatos por ajuste de cuentas, trapicheos de droga, lujo en piscinas y clubs, corrupción y extorsión... suena a visto mil veces. Hasta la ambientación setentera, con su música, nos recordará a "Uno de los nuestros", "Casino" y tantas otras. Mantiene una continua sensación de deja vu.
Una lástima, porque si no fuera por eso habría sido una cinta de sobresaliente.