Crítica escrita tras finalizar la primera temporada.
El incombustible universo de “Star wars” (antaño conocida como “La guerra de las galaxias”) se sigue expandiendo con esta serie de animación que transcurre entre los episodios 3 y 4.
Lo primero que se nota es la ausencia de los personajes más importantes de la saga, cosa que no sucedía en “The clone wars”. Solamente se han asomado de forma muy breve algunos personajes secundarios, aunque parece claro que tendrán más presencia en las siguientes temporadas.
La serie tiene además un leve aire infantil, tanto en el diseño de los personajes como en el comportamiento de los malos, algunas armas como el tirachinas eléctrico del protagonista, y ciertos diálogos. Pero a pesar de este detalle, la esencia de la franquicia no se llega a perder del todo, solo se atenúa.
Es por tanto una serie que claramente está pensada para los “fans” y que aún así ni a los más acérrimos seguidores le puede parecer una maravilla. En términos generales está algunos puntos por debajo de “The clone wars”, que de momento me parece bastante mejor.
Los protagonistas son un pequeño grupo de rebeldes (sin demasiado carisma, todo hay que decirlo), que luchan contra el Imperio como buenamente pueden. Hacen pequeñas misiones de sigilo y sabotaje, pero teniendo solamente una nave y siendo cuatro gatos tampoco es que nos vayamos a encontrar aquí con grandes batallas. Solamente vemos pequeñas escaramuzas, muy alejadas de la épica de las películas.
El malo es un tal “inquisidor”, y sale un sith también, pero nadie digno de recordar demasiado. No tiene nada que ver con la imponente presencia de Darth Maul, por ejemplo.
En cuanto a la infografía, es exactamente la misma que en “The clone wars”. Los personajes son relativamente esquemáticos. Supongo que eso es algo normal porque una serie televisiva como esta no puede tener un gran presupuesto, y se preocupa más de la historia que de los gráficos. Pero eso no quita que en determinados momentos se eche falta un poco más de realismo en la imagen, y más en una saga que se caracteriza por que cuando ves las películas tus ojos no dan abasto para tanto detallismo visual. En este caso, por ejemplo, en uno de los primeros episodios salen los “wookies” y su pelo está hecho por bloques, algo que se ve demasiado burdo para los tiempos que corren.
En una valoración final, yo diría que es una serie entretenida y recomendable, pero solamente para los fans de “Star wars” capaces de aceptar cualquier cosa que venga con ese sello. A pesar de eso, yo me considero seguidor y no me parece nada del otro mundo, tan solo un poquito por encima de lo meramente pasable. Veremos cómo evoluciona en sucesivas temporadas.
Supongo que cuando llegue el esperadísimo nuevo episodio de J. J. Abrams a finales de este año podremos satisfacer nuestras expectativas mucho más que con esta serie.