Sí; confirmado... Temporada de patos es una de las películas más tediosas que uno puede echarse en cara.

La situación que nos quiere contar es la de dos amigos de unos catorce años, que se han quedado solos en casa de uno de ellos, y que aprovechan para darse un buen atracón de videojuegos, refrescos y pizza. Hasta ahí correcto; pues bien, añadan un corte en el suministro de la electricidad, una joven vecina que llama pidiendo un favor, y un repartidor de pizzas fracasado.

¿Que puede salir de esa premisa?, pues mejor no pensarlo mucho, no vaya a ser que seamos capaces de hacer mentalmente un guión y luego nos quedemos fritos cuando veamos que no lo hay en la peli. Son minutos vacíos, de ocio; pero del ocio de unos chavales sosos y aburridos, del ocio más tedioso posible... ¿En nuestra casa se va la luz y que hacemos?, miles de combinaciones posibles hay, ¿verdad?. Pues nada, los personajes se limitan a quedarse en casa esparcidos por el salón, a poner cara de palo a lo Bill Murray, a no hacer nada, y a hablar sin vocalizar de la forma más desganada que saben (creo que ni movían la mandíbula). Pues imaginaos hora y pico así... vamos, que meto yo una cámara en mi salón y mi perro da más juego.

Para intentar salvar semejante estropicio, han intentado meter con calzador, en medio de semejante torrija, flecos de historias personales y de sentimientos; pero solo son eso, flecos... y encima no tienen ni fuerza ni interés.

En fin; que si vas a ver esta película es lógico que te duermas rápido, porque tiene poco bueno y poco de malo también; y es que por tener poco, tiene poco de todo. Solo la fotografía y la jocosa samba del tema que suena en el opening valen la pena. Lo demás todo basura, dinero tirado por la ventana; ni hay guión, ni actores, ni interés, ni nada de nada; hasta el sonido es malo de cojones. Un caramelito vamos...

No la vean por favor... y si la ven, pues disfrúten; pero de la siesta.