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Spain Spain · Madrid
Naran rating:
8
Drama At the end of the Spanish Civil War, a working-class family that migrates from rural Spain to Madrid in the hopes of finding a better life, and their hopes are thwarted by Don Roque, the personfication of the oppressive social forces at work in the Madrid of the 1940s.
Language of the review:
  • es
April 22, 2012
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Tiene un aire a españolada que echa para atrás, de castañuelas y largas boquillas humeantes. ¡Pero si hasta sale Marujita Díaz en sus años mozos cantando un delicadamente chistoso "mantón verbenero"! Pero no, se trata de una joyita de la época, que retrata crudamente una sociedad muy difícil.

Estamos ante un verdadero dramón al que, sin embargo, le cuesta perder la sonrisa. Somos testigos de las peripecias de una familia del campo que emigra del pueblo a un Madrid que prácticamente no ha cambiado nada. Involuntariamente profética: -"Llévame al cine a ver una psicológica"-. -"Ahora lo que se lleva es el neorrealismo, así lo llaman"- "¡Pero quién va a querer ver las desgracias de la gente!".

Aunque la historia raya en lo maniqueo, el guión sabe bordear con acierto los tópicos. Porque aunque la ciudad está llena de vividores y aprovechados, que sólo miran por su interés, la pela es la pela y lo mismo ocurre con aquellos del pueblo que dejan un trabajo duro pero honrado, con su jornal, por la búsqueda de una vida mejor y dinero fácil. Más que la miseria o la desesperación, es la codicia y el egoísmo. Hasta una familia honrada se niega a fiar un cuarto de judías a los vecinos, que ya está bien de vivir de gorra. No hay piña, desde el mismo momento en que la familia baja del tren, el primer tropiezo, y la desunión gradual.

Desterramos por completo el concepto de españolada. En el montaje, con la escena del padre en la fábrica. En el sonido, con la pelea muda de los gualtrapas en el camión nocturno. En la imagen, con el Chamberlán en la estación de tren. Que si bien el retrato incómodo y la crítica social ocupaban mayor protagonismo, la forma de contarlo (la escena del guiñol casero es genial) no se descuida nunca.

No sé qué gusto encuentran en sacar a la luz la miseria. Con lo bonita que es la vida de los millonarios. En Hollywood esto no pasaba.
Naran
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