El sexto jugador siempre es el más importante, ya que es el revulsivo y el que puede decantar una partido de un lado o el otro. Pues en este caso el sexto jugador es el AMOR. La película es enorme, como los dos protagonistas, con ellos sufres sus victorias y derrotas, ya sean en la cancha o en el aspecto sentimental. Hay que decir que es algo lenta, aunque empieza a buen ritmo a mitad se hace algo pesada, pero hacia el final vuelve arrancar y no defrauda. Si eres un amante del baloncesto te gustará mucho y sino siempre te queda la parte sentimental que esta muy lograda. En el caso de que no te guste ninguno de estos dos puntos, pues decirte que vale la pena verla ya que es una pequeña maravilla que tienes que descubrir.