Sucker Punch es algo así como un golpe por sorpresa, y mi reacción fue literal al título.

Empieza de lujo, los primero 5 minutos son bestiales pero según avanza la película la situación cambia, y dependiendo de tus gustos, quizás te entregues a este bizarro espectáculo, o no. Bienvenidos al País de las Maravillas a la enésima potencia.

Sucker Punch es más cine de autor que cine comercial, se trata del vástago de alguien que ha tenido una total libertad, lleva sus ideas al extremo, algo que pocas veces se suele ver, aunque no cuesta creer que medio mundo, destacando la crítica profesional, la tache de bodrio.

Admiro cuando un director se lanza al vacío de esta manera, sobre todo si se trata de uno cuyo estilo me tenga ganado, una liberación tan anárquica como esta es estimulante. Parece que no hay historia, pero está ahí, se intuye tras las cataratas de acción, es el toque mágico de Snyder, porque aquí lo único que vale son los sentidos y la brutal banda sonora, que interpreta un papel importante. Una gozada.

La faceta de “videojuego” (con múltiples referencias de algunos muy conocidos) que cubre la película no me parece tan execrable como muchos condenan, el hecho de compaginar las escenas de acción del mundo imaginario con las del mundo “real” es original por la repercusión que tiene una sobre la otra. Los viajes a la imaginación de Baby Doll (Emily Browning), son una pasada de una factura impecable y al igual que sucede con Quentin Tarantino, las influencias de Synder están muy presentes, bailan con el poder hipnótico de Moulin Rouge en los años 50 a ritmo de rock alternativo bajo la sombra de la cultura manga. Una patada en toda regla al mainstream.

Lo que más chirria es la falta de profundidad en sus protagonistas, algunos personajes desaprovechados y toda la trayectoría que lleva su clímax final que después de dejarte la miel en los labios, terminas algo desconcertado con un torrente de diversos sentimientos, ¿me gusta o la detesto? Eso sí, este último apunte no implica que Sucker Punch no se merezca un visionado, más bien se merece varios, pero todo según las preferencias de cada uno.

Aparca toda lógica y prejuicio, es posible que jamás hayas visto algo como Sucker Punch, hay que abrirse a nuevas posibilidades en estos tiempos donde la creatividad escasea.

Tú tienes el arma más poderosa, ¡ahora lucha!