Necesaria sería la palabra más adecuada para definir esta obra, mal que les pese a muchos. Como hombre que soy, no me siento vilipendiado ni ofendido viendo esta película, ni tampoco cuando escucho a las mujeres hartas del machismo en todas sus vertientes, que son múltiples. Todo lo contrario. La clave de "En tierra de hombres" es que no podría realizarse si se intercambiasen los papeles, porque es inconcebible imaginarse a un grupo de mujeres acosando, maltratando y despreciando a un hombre por el simple hecho de serlo. Eso es el patriarcado, por muchos que algunos no quieran entenderlo.

Dicho esto, "En tierra de hombres" es un peliculón. Bien hecho y bien rodado, con ritmo, elegancia y verosimilitud, por no hablar del grupo de actores, que mucho habría que buscar para encontrar una película en la que se reuniese semejante calidad y cantidad de intérpretes. Charlize Theron es un portento, no tiene techo alguno, y le siguen de cerca McDormand, Jenkins, Spacek, Harrelson, Renner, Monaghan... No puedo destacar a ninguno porque eso significaría menospreciar a los otros. Larga vida a los repartos como este.

A modo de resumen, porque esta es de esas películas que más vale ver que comentar, "En tierra de hombres" muestra cosas realmente estomagantes, donde las mujeres se sentirán identificadas y los hombres avergonzados y ciertamente afortunados por haber nacido hombres, aunque es la indignación la sensación que imperará en ambos sexos. Conmigo lo consiguieron, y oye, quien no quiera entenderlo, que no lo haga. Ya lo hará, porque gracias a Dios, la lucha por la igualdad es imparable.