Sin que sirva de precedente, voy a defender a esta pobre alma desvalida, la cual ha sido calificada por muchos no sólo como el peor estreno del pasado año, sino como lo peor que han visto en el género y en el cine mismo en mucho tiempo... Buahhh. Palabras mayores me parecen ésas, pero en fin. El caso es que estoy empezando a gestar cierta teoría snob que no me gusta demasiado, aunque no por ello deje de ser cierta de alguna manera, y es que los bodrios parecen menos bodrios cuando uno los ve en versión original. No sé exactamente cómo, pero pareciera que el no tener que escuchar el pésimo doblaje basado en las frases archisabidas por todos (algunos se quejan de esto) al que someten a este tipo de productos, pareciera, digo, que relajara las ansias asesinas de uno y lo predispusiera un poco más positivamente, al menos en mi caso. Así, no sólo es que la cinta en versión original adquiera un innegable valor didáctico (poco, pero algo), sino que la evaporación de ciertas frasecillas que a uno se le van escapando si su inglés, en este caso, no es perfecto, otorga, o despoja, más bien, a la película de bastante tufo rancio. Y se agradece.

Sea o no esto que digo mera paranoia, aconsejaría en cualquier caso, afrontar la cinta como si de una mierda se tratara, pues así uno se da cuenta de que no es mierda todo lo calificado con 3 en filmaffinity, para mi sorpresa. Simplemente es, como más de uno se habrá hartado a repetir y/o oír, un inane e inofensivo pasatiempo rayano en la serie B sin ningún tipo de pretensiones, eso sí, curradísimo en lo visual y con algunos momentos que de tan ridículos me han parecido entrañables.

Coño, sin rodeos, que me ha gustado la película. Flipante...