Uno de los mejores westerns de la historia, lo digo en serio. Wellman dirige un alegato contra la injusticia en 72 minutos de puro cine, con planos y movimientos de cámara perfectos en su limpia sencillez. Una jauría de intolerantes se apresta para linchar a tres hombres sin ningún tipo de juicio ni miramientos, sólo siete están en contra, entre ellos Henry Fonda. Rabiosamente atemporal, es una gozada fílmica desde los diálogos hasta el apartado fotográfico; desde la descripción de personajes con una simple imagen hasta el plano de un sombrero que tapa la cara de Fonda mientras lee una carta que sobrecoge en su resignación. Obra maestra del maestro Wellman, debeis verla si aún no lo habéis hecho.Con un joven Anthony Quinn y Dana Andrews en uno de sus mejores roles a pesar de su corta presencia. Un 10.