La empatía en la construcción de los personajes es de capital importancia cuando se quiere que la acción dramática de todo lo que les suceda a ellos nos importe. Así conseguimos que lo suframos, lo lloremos y finalmente lo amemos cuando llegue el “the end”. Pero parece que a Jon Spaihts, el guionista de esta aburrida película se le olvidó el significado y el valor dramático la dicha palabra y por eso nos cae como patada el ingeniero John Preston. De tal modo que cuando llega el momento de su acto heroico nos importa un culo lo que pase con él. (Lo explico en el spoiler)

El argumento es plano como un valle y peor predecible. Desde el tráiler ya sabemos de qué va y dónde terminará. De verdad sorprende que no hubiera un productor inteligente que evitara del desastre a “Passengers” porque dudo que sea un coñazo de taquilla a pesar de los dos top actores que tienen de protagonistas.
Para rematar, se le nota a Chris Pratt que está haciendo esto solo por la pasta y que sabía dese que leyó el guión que era una mala película que ni él ni jeniffer podrían salvar del desastre