Desde "Minority report", el Sr Spielberg no levanta cabeza y nos vende productos filmicos que unas veces son el antojo de tal actor, y otras el suyo propio, pues si, de nuevo una película sobre los judíos, y yo no tengo nada contra ellos, que conste. Pero puestos a filmar una supuesta trama de asesinatos por parte del servicio secreto israelí, lo podía haber hecho desde un punto de vista más argumental que documental. Y ese es a mi modo de ver el mayor defecto (y muy grande) de la película, salvo 4 o 5 escenas los personajes son muy planos y los muy reducidos diálogos no dan tiempo a identificar como se sienten esas personas, pasamos de asesinato en asesinato y no pasa nada más, nadie les pone en apuros apenas, no esperen ni suspense ni grandes escenas de acción, sólo mucha sangre y hasta algo de casquería.

La falta de ritmo y lo poco atractivo de sus personajes y de los diálogos entre ellos hace que las 2 horas y 45 minutos de película hagan muchas veces al espectador mirar el reloj.

En definitiva, una buena idea de partida que da lugar a un documental demasiado largo y muy lento.