Si bien es cierto que toca 3 de los clichés más gastados del género policial: el corrupto acomplejado, el agente encubierto que termina sin saber a qué bando serle fiel, y el veterano amargado que solo quiere retirarse, pero a pesar de eso logra conformar una historia entretenida, bien interpretada, intensa, con momentos destacables.
¿Es exagerada? si.
¿Se regodea en la sangre y la violencia? también, pero a pesar de eso está por encima del promedio de este tipo de películas.
Lo mejor, la interpretación de Don Cheadle y la complejidad de su personaje.
Richard Gere también hace un trabajo decente.