Se puede ver como una historia de terror que tiene muchos elementos de El hombre lobo, podría decirse que es la versión femenina. Una mujer de Europa que carga con una maldición y lucha contra una parte de su ser que cada vez que sede a sus impulsos, sean estos enojo, bronca, celos, o deseo sexual se transforma. También puede verse como una alegoría de una persona luchando contra su sexualidad, Manuel Puig, la entendió por ese lado, otra podría ser las adicciones, en sí se presta para un montó de interpretaciones y metáforas.
La historia es muy ágil, los momentos de suspenso, Tourneur muestra lo hábil que era para crear atmósfera con muy poco. Hay una lucha en la película entre ser algo misterioso y sutil e irse por el lado más obvio y snsacionalista, por suerte gana el primero.
Lo mejor: el misterio, las connotaciones que tiene la historia, buscadas o no, están ahí y cada quien puede ver y disfrutarla a su manera.
La dirección de Tourneur, los juegos de luces y sombras, como maneja las esporádicas apariciones de la pantera.
Lo peor: si bien Simone Simon era la indicada físicamente para el rol, sin recurrir a una actriz de apariencia gatuna, era muy floja y mediocre como interprete.