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Bobby Lee rating:
2
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- es
July 16, 2016
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Durante los años ochenta y parte de los noventa fue muy popular el llamado "cine de quinquis" donde, con la excusa de una pretendida crítica social, se banalizaba, incluso glorificaba, la violencia de unos automarginados sociales que, obrando en tribus, familias y manadas, medraban enseñoreandose de algunos barrios y de actividades ilegales como la droga, la prostitución, etc.
Eso es así, por muchos Eloys de la Iglesia y Jose Antonio Lomas que pretendan lo contrario.
Soy un firme defensor de la Libertad de Expresión, por lo tanto yo no prohibiría estas películas, ni que se hagan dotras nuevas. Dicho sea de paso, contemplo con estupor e indignación que, desde la corrección política, se toleren campañas de boycot o prohibición contra anuncios, clips, canciones, obras de teatro por supuesto machismo o violencia de género (en el mundo de hoy, canciones como el "Preso nº nueve", o "Pedro Navaja, serían prohibidas, y su autor llevado al ostracismo).
No, yo no las prohibiría. Pero creo que debería permitirse, y fomentarse con el mismo nivel de ayudas y subvenciones como mínimo, que se llevara al cine la otra cara de la moneda,..
- Cómo el encauzamiento de estos supuestos "amantes de la libertad" como el Vaquilla, el Torete, el Gato, etc, hacia la delincuencia no se da por culpa de la Policía, los Políticos, o la "Sociedad", sino se produce a través de un aprendizaje de que es el camino más fácil (al menos, en ese momento), y más gratificante para ellos (porque nunca les pasará nada, creen).
- Cómo aprendieron que es fácil, y "divertido", y sin consecuencias, asustar a niños del barrio, robándoles el dinero para los cuadernos, o la merienda, o las chupas. Nunca, o casi nunca, se vio a uno de estos robar una cazadora porque pasaban más frío que la víctima de su atraco.
- Cómo vieron que es más cómodo descerrajar un cajón del colegio para ir a los futbolines que irse a estudiar como otros compañeros
- Que apreciaban que es muy "divertido" llegar a los lugares de esparcimiento del barrio y asustar (siempre en manadas, cinco contra dos, y con gritos y amenazas) a otros niños para disfrutar de las partidas de otros y, sobre todo del "subidón" que provoca hacer llorar a otros, cuando les superas en número y en fuerza abrumadoramente.
- Debería mostrarse cómo aprendieron que maltratar la propiedad ajena (dar botes encima del capó, rajar ruedas, puertas de casas, romper las verjas de las ventanas), no les costaba reprobación social por sus iguales o sus familiares, sino, por el contrario, estos le reían las gracias.
- Cómo una tarde aburrida se podía convertir en divertida, y además sacabas pecho ante las chelis, si provocabas a tres pardillos (ahora llamaríamos nerds) para humillarlos ante sus novias.
- Echo de menos, también, que aparezcan películas que muestren la versión aquellos niños del barrio que sacaron de la convivencia de estos "amantes de la libertad" sólo cicatrices, palizas, lesiones oculares, y el terror de convivir con estos psicópatas, para encima tener que aguantar que películas de quinquis "marcaron nuestra adolescencia".
Por desgracia, a algunos, fueron los propios quinquis los que les marcaron. Cómo se nota que los amantes del cine de quinquis no sufrieron en sus carnes a estos "amantes de la libertad"·
La película, vale poco o nada la pena (bueno, sí, la Aurora es un punto de belleza y frescura y por eso se lleva un 2). Mal dirigida, mal interpretada (Maria José Lavilla es un horror) y muy poco creíble, y llena de clichés: poli-panoli (el bueno, ese que se pega toda la película diciendo que el "Gato" es bueno y no se entera, o no quiere enterarse, de que su protegido a los 5 minutos de salir a la calle ya está enredado en un atraco, y de que vive y duerme encima de un garaje con 500 millones en droga); poli-cabrón (el maluzo de la película, siempre representado como mucho más malvado que los capos de la droga, estos los presentan casi hasta simpáticos); el abogado corrupto; los medios de comunicación aprovechándose del "pobre quinqui") la afición por los "bugas", (VER SPOILER)
Eso es así, por muchos Eloys de la Iglesia y Jose Antonio Lomas que pretendan lo contrario.
Soy un firme defensor de la Libertad de Expresión, por lo tanto yo no prohibiría estas películas, ni que se hagan dotras nuevas. Dicho sea de paso, contemplo con estupor e indignación que, desde la corrección política, se toleren campañas de boycot o prohibición contra anuncios, clips, canciones, obras de teatro por supuesto machismo o violencia de género (en el mundo de hoy, canciones como el "Preso nº nueve", o "Pedro Navaja, serían prohibidas, y su autor llevado al ostracismo).
No, yo no las prohibiría. Pero creo que debería permitirse, y fomentarse con el mismo nivel de ayudas y subvenciones como mínimo, que se llevara al cine la otra cara de la moneda,..
- Cómo el encauzamiento de estos supuestos "amantes de la libertad" como el Vaquilla, el Torete, el Gato, etc, hacia la delincuencia no se da por culpa de la Policía, los Políticos, o la "Sociedad", sino se produce a través de un aprendizaje de que es el camino más fácil (al menos, en ese momento), y más gratificante para ellos (porque nunca les pasará nada, creen).
- Cómo aprendieron que es fácil, y "divertido", y sin consecuencias, asustar a niños del barrio, robándoles el dinero para los cuadernos, o la merienda, o las chupas. Nunca, o casi nunca, se vio a uno de estos robar una cazadora porque pasaban más frío que la víctima de su atraco.
- Cómo vieron que es más cómodo descerrajar un cajón del colegio para ir a los futbolines que irse a estudiar como otros compañeros
- Que apreciaban que es muy "divertido" llegar a los lugares de esparcimiento del barrio y asustar (siempre en manadas, cinco contra dos, y con gritos y amenazas) a otros niños para disfrutar de las partidas de otros y, sobre todo del "subidón" que provoca hacer llorar a otros, cuando les superas en número y en fuerza abrumadoramente.
- Debería mostrarse cómo aprendieron que maltratar la propiedad ajena (dar botes encima del capó, rajar ruedas, puertas de casas, romper las verjas de las ventanas), no les costaba reprobación social por sus iguales o sus familiares, sino, por el contrario, estos le reían las gracias.
- Cómo una tarde aburrida se podía convertir en divertida, y además sacabas pecho ante las chelis, si provocabas a tres pardillos (ahora llamaríamos nerds) para humillarlos ante sus novias.
- Echo de menos, también, que aparezcan películas que muestren la versión aquellos niños del barrio que sacaron de la convivencia de estos "amantes de la libertad" sólo cicatrices, palizas, lesiones oculares, y el terror de convivir con estos psicópatas, para encima tener que aguantar que películas de quinquis "marcaron nuestra adolescencia".
Por desgracia, a algunos, fueron los propios quinquis los que les marcaron. Cómo se nota que los amantes del cine de quinquis no sufrieron en sus carnes a estos "amantes de la libertad"·
La película, vale poco o nada la pena (bueno, sí, la Aurora es un punto de belleza y frescura y por eso se lleva un 2). Mal dirigida, mal interpretada (Maria José Lavilla es un horror) y muy poco creíble, y llena de clichés: poli-panoli (el bueno, ese que se pega toda la película diciendo que el "Gato" es bueno y no se entera, o no quiere enterarse, de que su protegido a los 5 minutos de salir a la calle ya está enredado en un atraco, y de que vive y duerme encima de un garaje con 500 millones en droga); poli-cabrón (el maluzo de la película, siempre representado como mucho más malvado que los capos de la droga, estos los presentan casi hasta simpáticos); el abogado corrupto; los medios de comunicación aprovechándose del "pobre quinqui") la afición por los "bugas", (VER SPOILER)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Una cuadrilla de personajes con poca credibilidad deambulan por la película patéticamente. Por problemas de espacio, selecciono algunos...
- El quinqui: como todos los protagonistas de estas películas: abominable.
- Aurora: pese a ser de lo mejor de la peli, su papel se limita a ir de aquí para allá enseñando las tetas. Misión: Enseñar las tetas.
- El Marsellés. Ni se sabe para qué está allí.
- La abuela gitana: otro cliché de estas películas. Misión: justificar todo lo que hacen sus hijos, siempre que se lo hagan agente de otra etnia o familia gitana que no sea la suya.
- Pareja del quinqui. Mejor no hablar.
- Poli Bueno/Panoli: Cojonudo el discursito ese del que "este chico nunca ha matado a nadie". Misión del personaje: Hacer creíble que el quinqui es un personaje que merece redención, en vez de un miserable cuya función es robar, asesinar, matar.¿De verdad se lo cree? ¿Un tío metido con una familia que trafica en droga, independientemente de que con sus manos nunca haya matado a nadie, pùede decirse moralmente inocente de las muertes por sobredosis, heroina adulterada, muertes causadas por la cocaína, etc?
- A mitad de película sale un patilludo ofreciendo al quinqui su navaja "p'a lo que haga falta". Misión: los patilludos y aprendices de quinqui, desde su butaca, después de haber atracado a un honrado taxista y haberle robado la recaudación podían ser confortados con la sensación de que existía el "Código del honor"
- El hermano del quinqui: personaje especialmente grimoso que, tras saber que el atraco que va a hacer, es una encerrona, va y coge su pistola (una escena que parece querer hacernos creer que este tipejo es como el Marshall de "Solo ante el peligro"), se presenta a dar el palo y, claro, lo matan. Misión en la película: mostrar que un repugnante quinqui que contagió el SIDA a su novia (dice que no lo sabía) puede inspirar amor a...
- Churri del hermano: Tonta del Bote. Misión: Mostrar que un tío asqueroso puede inspirar amor.
- El "Cascote": no sabemos si el quinqui y su hermano le cuentan que el atraco es una encerrona. De la forma que sea, uno de los Pringados más patéticos de la historia del cine.
- Poli Malo: Calvo, feo, baboso (amante pese a estar casado) DE la Loma no nos ahorra ningún cliché para hacer odioso a los policías. En la mejor tradición del cine de Quinquis.
- Tío gitano. Alfred Luchetti, está ahí para decir que casi todos los gitanos son pacíficos y honrados, pero que si crees que tienes la razón y lo juras por tus muertos, puedes cargarte a quien quieras.
- Trabajadora Social: ese personaje si que es una lamentable cosificación de una mujer. Misión: demostrarnos que no hay mujer que se resista al encanto de un quinqui criminal.
Y seguiríamos por el carcelero gitano, el periodista (oh, Dios, la maquilladora), el ex-director, y cantidad de primos, tíos, hermanos, etc
- El quinqui: como todos los protagonistas de estas películas: abominable.
- Aurora: pese a ser de lo mejor de la peli, su papel se limita a ir de aquí para allá enseñando las tetas. Misión: Enseñar las tetas.
- El Marsellés. Ni se sabe para qué está allí.
- La abuela gitana: otro cliché de estas películas. Misión: justificar todo lo que hacen sus hijos, siempre que se lo hagan agente de otra etnia o familia gitana que no sea la suya.
- Pareja del quinqui. Mejor no hablar.
- Poli Bueno/Panoli: Cojonudo el discursito ese del que "este chico nunca ha matado a nadie". Misión del personaje: Hacer creíble que el quinqui es un personaje que merece redención, en vez de un miserable cuya función es robar, asesinar, matar.¿De verdad se lo cree? ¿Un tío metido con una familia que trafica en droga, independientemente de que con sus manos nunca haya matado a nadie, pùede decirse moralmente inocente de las muertes por sobredosis, heroina adulterada, muertes causadas por la cocaína, etc?
- A mitad de película sale un patilludo ofreciendo al quinqui su navaja "p'a lo que haga falta". Misión: los patilludos y aprendices de quinqui, desde su butaca, después de haber atracado a un honrado taxista y haberle robado la recaudación podían ser confortados con la sensación de que existía el "Código del honor"
- El hermano del quinqui: personaje especialmente grimoso que, tras saber que el atraco que va a hacer, es una encerrona, va y coge su pistola (una escena que parece querer hacernos creer que este tipejo es como el Marshall de "Solo ante el peligro"), se presenta a dar el palo y, claro, lo matan. Misión en la película: mostrar que un repugnante quinqui que contagió el SIDA a su novia (dice que no lo sabía) puede inspirar amor a...
- Churri del hermano: Tonta del Bote. Misión: Mostrar que un tío asqueroso puede inspirar amor.
- El "Cascote": no sabemos si el quinqui y su hermano le cuentan que el atraco es una encerrona. De la forma que sea, uno de los Pringados más patéticos de la historia del cine.
- Poli Malo: Calvo, feo, baboso (amante pese a estar casado) DE la Loma no nos ahorra ningún cliché para hacer odioso a los policías. En la mejor tradición del cine de Quinquis.
- Tío gitano. Alfred Luchetti, está ahí para decir que casi todos los gitanos son pacíficos y honrados, pero que si crees que tienes la razón y lo juras por tus muertos, puedes cargarte a quien quieras.
- Trabajadora Social: ese personaje si que es una lamentable cosificación de una mujer. Misión: demostrarnos que no hay mujer que se resista al encanto de un quinqui criminal.
Y seguiríamos por el carcelero gitano, el periodista (oh, Dios, la maquilladora), el ex-director, y cantidad de primos, tíos, hermanos, etc