Excelente producción. Dura, intensa, vibrante, inquietante, interesante. Una gran película en todos los sentidos. Para mi gusto de lo mejor de Aldrich (una vez vista prácticamente toda su filmografía me atrevería a decir que es su mejor obra).
El argumento es explosivo. El clímax insuperable y los(as) intérpretes están todos magníficos, en especial Scott Wilson y Kim Darby. Quizás no sea fácilmente soportable para mentes blandas y amantes de los films familiares, pero para el gran aficionado es exquisita.
El final, imborrable.
Está basada en una novela titulada "No hay orquídeas para Miss Blandish", cuyo autor es James Hadley Chase, y ya se sabe cómo se las gasta.

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