Muy interesante film fantástico/terrorífico, que no es que sea especialmente original, ya se ha tocado este tipo de argumentos en numerosas anteriores ocasiones, pero sí que la guionista y realizadora Ari Aster (a quien habrá que seguir de cerca a partir de ahora) lo lleva algo más allá de lo acostumbrado.
Para comenzar hay que decir que técnicamente es muy competente, con un muy conseguido clímax fantasmal donde los acontecimientos toman mucha fuerza dramática gracias a la estupenda labor interpretativa de su gran protagonista Toni Collette (también Ann Dowd) está excelente en su papel) y elementos como la soberbia fotografía de Pawel Pogorzelski y la envolvente banda sonora de Colin Stetson.
El ritmo es romo, que no lento, ya que constantemente avanza la historia, con presentación de la atribulada familia en su primer tercio y los elementos paranormales que se nos van mostrando en escenas posteriores, perturbadoras, terroríficas y con una intriga que hace se siga con verdadero interés.
Pero... ¿y su resolución, su final que lo explica todo? Pues ahí está el detalle, como diría Cantinflas. Y es que, si se acepta todo parece redondo y se sale de la proyección contento y satisfecho, pero si no sucede que puede que creas que te han estado tomando el pelo o que finaliza de forma ridícula o simplemente que no cumple las expectativas creadas durante toda la película. Son apenas, pues no sé seguro, diez minutos o así, que pueden subyugarte y hacerte pensar que has visto una obra maestra o por el contrario que todo ha sido finalmente un churro.
En lo que a mi respecta me ha dejado más bien indiferente, no me ha convencido dicho final pero tampoco creo que lastra lo visto durante toda la proyección. Es así por mor de Ari Aster y punto. Lo acepto y ya está.

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