El tristemente desaparecido director John Singleton nos traía su segunda película después del enorme éxito que supuso su debut con "Los chicos del barrio" y le daba la oportunidad de lucirse aquí a dos cantes de color que estaban en su apogeo artístico allá por el año 1993.

Ella es una joven y preciosa Janet Jackson que ya se había hecho un nombre propio como cantante después de ser la pequeña de la gran saga artística de los Jacksons y que se encargaba aquí de dar vida a una chica llamada Justice, muy sensible e inteligente, que atraviesa una profunda depresión después de vivir un hecho trágico junto al que fuera su primero amor. Él es el rapero Tupac Shakur, quién moriría con sólo 25 años al ser tiroteado en Las Vegas. El cantante estaba disfrutando de su éxito como uno de los raperos más influyentes del momento. Aquí se encarga de dar vida a Lucky, un repartidor de correos que sueña con grabar un disco y que está hastiado de su realidad.

Los dos cantantes tienen química en pantalla y, a pesar de los problemas que el rapero dio durante el rodaje con amenazas físicas a algún extra incluidas, consiguieron hacer una película que a mí me ha gustado. Les acompañan aquí la siempre solvente Regina King, tan chillona como siempre, la poetisa y escritora Maya Angelou que es la responsable de las preciosas poesías que el personaje de Janet Jackson escribe durante la película y la atractiva Tyra Ferrell.
Un saludo,
Tess