Qué mal me lo ha hecho pasar Jaume Collet-Serra con esta película. Soy una gran aficionada al cine de terror pero rara vez ya disfruto con ese tipo de películas. Esta que nos ocupa, a pesar de tratar lo que normalmente tratan el resto de películas de temática similar, tiene un giro inesperado que da sentido a todo el film y, sobre todo, cuenta con un terminado técnico y un trabajo de actores que la hacen destacar de otras. Vera Farmiga ya me gustaba antes pero hay que decir que aquí está maravillosa como esa sufrida madre que hará todo lo que esté en sus manos para mantener a salvo a sus hijos. Con ella tenemos al siempre efectivo y cumplidor Peter Sarsgaard y a unos chicos que cumplen su papel con precisión como son Jimmy Bennett y la preciosa Aryana Engineer. Pero la que pone los pelos de punta y deja con la boca abierta es la debutante Isabelle Furhman, una actriz que da veinte mil vueltas a muchas actrices adultas con años de experiencia. En principio, el personaje de Esther, al que da vida Furhman, estaba idealizado como niña con piel pálida, cabello rubio y ojos azules, nada que ver con la morena Furhman, pero Collet-Serra quedó tan impactado con la prueba de audición de ésta que no se lo pensó dos veces. Isabelle Furhman iría a esta prueba vestida con un traje pasado de moda tal como se la ve en el film, lo cual acabó de convencer al director para contratarla. A mí me ha dejado un mal cuerpo terrible y todavía no me creo que una niña de su edad haya tenido la madurez necesaria para interpretar este papel tan desagradable con tal soltura. Muy buena película, recomendable sin duda.