Me encanta esta película. Me gustó de pequeña y aún ahora me gusta. Me pasa como a muchos, cada vez que me meto en la película, no salgo más allá del personaje que centra mis pensamientos y fantasías de niñez: Draco.

Imposible contar la de veces que pasó por mi mente la idea de tener un dragón como Draco, tan sabio, leal, divertido, protector, precioso. Cuántas veces soñaría volar sobre sus alas... Recuerdos que vuelven a mi mente siempre que veo Dragonheart. Además, curiosamente, fue la primera película (no de dibujitos) que me hizo llorar de pequeñita; y recuerdo que mi madre no paraba de consolarme.

Draco nos llegó al corazón a todos, y te aseguro que también llegará al tuyo.