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Antonio Morales rating:
6
Film noir. Mystery Dashiel Hammett's The Glass Key, a tale of big-city political corruption, was first filmed in 1935, with Edward Arnold as a duplicitous political boss and George Raft as his loyal lieutenant. This 1942 remake improves on the original, especially in replacing the stolid Raft with the charismatic Alan Ladd. Brian Donlevy essays the role of the boss, who is determined to back reform candidate Moroni Olsen, despite Ladd's gut feeling that ... [+]
Language of the review:
  • es
September 15, 2014
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Aunque Paul Madvig (Brian Donlevy) no es un político en el estricto sentido de la palabra, es un hombre que influye en la política: un gánster que, manipulando al fiscal del distrito, recurriendo al juego sucio para apoyar la candidatura reformista, tiene una importancia decisiva en las elecciones del Estado. En realidad, esta película basada en la novela homónima de Dashiell Hammett, no deja de ser una historia de amistad y corrupción política que sirve de fondo al relato, la película de Stuart Heisler ha quedado en la memoria de los aficionados como la consolidación de dos actores característicos del cine negro de los años cuarenta, Alan Ladd y Veronica Lake.

Gracias a la sonrisa del primero y a la turbia presencia de la segunda, a medio camino entre la ambigüedad criminal y la ambigüedad amorosa. El artesano Heisler ilustra dignamente un argumento convencional dentro del género negro. Una película pensada para el lucimiento de sus protagonistas. Poco importa que la sonrisa de Alan Ladd se prodigue demasiado y que no tenga diferencia alguna según las situaciones; poco importa que Veronica Lake mire con demasiada intensidad en planos medios y no sea efectiva en los planos generales. La química del reparto funciona y el cine negro cuenta con un título clave, aunque menor, comparándolo con las grandes obras maestras por todos conocidas.

Volviendo al argumento de Hammett, podemos apreciar sobre ese fondo político corrupto, una reflexión sobre el poder y sus mecanismos, el deterioro de una amistad para denunciar los extremos a los que puede llegar un hombre. “La llave de cristal” seduce por su estética muy clásica del cine negro, la utilización dramática de la lluvia, la fisicidad de los protagonistas, los diálogos mordaces y lacónicos, así como el matón subnormal encarnado por William Bendix, otra referencia de personaje abyecto y memorable que pueblan los villanos famosos del género: Richard Widmark, Elisha Cook, Jr., Lee J. Coob, Lee Marvin, entre otros.
Antonio Morales
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