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Spain Spain · Pontevedra
The Quiet Man rating:
9
TV Series. Comedy Bernard Black runs his own bookshop even though he doesn't much like people who buy books and hates having customers. Next door to Bernard's shop is the Nifty Gifty gift shop run by Fran, probably Bernard's only friend in the world. When Bernard's accountant goes on the run Bernard employs stress victim, Manny to help in his shop. This leads to a series of surreal adventures around the shop.
Language of the review:
  • es
September 25, 2011
21 of 21 users found this review helpful
Otra imprescindible joya británica de humor irreverente, esta de tan solo 18 episodios repartidos en tres temporadas, especialmente indicada para cuando nos damos de bruces con la realidad y nos parece que solo los opulentos triunfadores están a salvo. BLACK BOOKS acude al rescate, en las cloacas de la metrópoli, al margen de todo convencionalismo, habitan nuestros héroes (Bernard Black, un librero sociópata; Manny, su pánfilo empleado y el proyecto de alcohólica, Fran, la vecina) dándonos lecciones magistrales de transgresión nihilista. No nos hagamos muchas ilusiones, no son unos valientes rebeldes antisistema, son unos descacharrantes egoístas, osados e inconscientes, pero capaces de generar la suficiente empatía y magnetismo como para lograr que envidiemos su resistencia a esta especie de determinismo al que parecemos abocados.

La serie es extremadamente hilarante, (algunos episodios son enormes como el de las lecciones de piano o el de la tienda de libros regentada por Simon Pegg), y es que dentro de esa vieja y cochambrosa librería, en medio de todo ese ambiente cutre en el que se mueven los protagonistas, el humor funciona como nunca. La condición humana - las envidias, los anhelos, las miserias, el amor - está todavía más expuesta, apenas hace falta un poco de mala leche para que se transforme en puro esperpento, y de todos es conocida la maestría de los británicos cuando se trata de aplicar el humor absurdo a la cotidianidad.

Así que cuando vengan mal dadas, acudamos a estos alter egos (imprescindible la copa de vino en la mano, como diría Fran) y que les den a los triunfadores, es preferible perder el tiempo con el buenazo de Manny a que nos dé lecciones de éxito cualquier especulador, y ya expuestos a la humillación que lo haga el irredento Bernard Black, y no el primer mandamás que nos salga al paso.
The Quiet Man
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