No había pasado ni 24 horas desde mi visionado de esa joya, dirigida por Ang Lee, titualada “Brokeback Mountain”. Todavía, de camino al cine, podía ver esas maravillosas montañas, hasta olía y sentía el ambiente que desprendían. Pero era domingo y tocaba ir al cine. Un cine menor, aunque bastante cercano, donde las opciones para elegir un título son mas bien ínfimas y tirando al ámbito comercial. Finalmente elegí “Rumor has it” o “Dicen por ahí” como se ha titulado en nuestro país.
Visto el trailer meses atrás no esperaba gran cosa aunque, creedme de veras, que las otras tres películas que estaban en cartel no despertaban mi curiosidad precisamente.
Las expectativas, por tanto, eran bajas y la sorpresa fue realmente agradable. Rob Reiner siempre ha sido un buen director, que ha sabido sacar jugo a guiones interesantes. Cierto que en los últimos tiempos sus películas habían sido bastante discretas, ”Alex y Emma” (2004) o “Historia de lo nuestro” (1999) son algunos ejemplos. Pero ahí quedan títulos como “La princesa Prometida” (1987), Misery (1990), ”Cuando Harry encontró a Sally”(1989), o la inmensa “Algunos hombres buenos” (1992). Títulos que, por sí solos, hablan de la calidad de su realizador.

Centrándonos en “Dícen por ahí” diré que se trata de una buena comedia, con algún gag visual tontorrón, aunque predomina el humor inteligente. Aquel humor que se realiza a través del diálogo, que tanto gusta y a la vez hecha de menos fuera de su cine Woody Allen. Diálogos rápidos, irónicos y mordaces. Todo ello gracias al estimable guión escrito por Ted Griffin, que toma como referencia el excelente filme, ya lejano en el tiempo, ”El graduado” , dirigido por Mike Nichols y protagonizado por Anne Bancroft y un jovencísimo Dustin Hoffman. Bonita fotografía de varios parajes de los EE.UU, en especial el lugar donde reside el personaje Kevin Costner, realmente precioso. Las interpretaciones son irregulares, destacando por encima de todos a dos actrices, cada una de generaciones distintas. Son Jennifer Aniston y Shirley MacLaine, la primera siempre ha sido buena actriz, recordada principalmente por su entrañable personaje de Rachel Green en la serie “Friends”. A la segunda no la vamos a descubrir ahora, clásica entre las clásicas. Ambas ofrecen lo mejor de la cinta en cuanto a interpretación se refiere, existiendo una fuerte química entre las ellas.

Y lo que mas me ha gustado y sorprendido ha sido el empaque dramático, siempre sin abandonar la comedia, que se presenta en su última media hora. Se pueden sacar algunas reflexiones como el miedo al compromiso y la inestabilidad emocional del ser humano.
Merece la pena.