Tuve la oportunidad de verla en una sala de Cine y fue un gran decepción. No es que sea seguidor precisamente del director James Cameron -ya que sólo me gustan, sobre todo, «Terminator» (1984), y «Mentiras Arriesgadas» (1994)-, porque lo veo más como "productor" antes que "director de Cine", pero, al menos, imaginaba que «Titanic» sería una producción impecable, un espectáculo de fuegos artificiales divertido y apreciable. Pues no. Es una película mediocre, con una duración inaguantable (sello personal y marca de la casa Cameron) y un mamotreto de grandes proporciones. Es un film extremadamente caro y, sin embargo y de manera sorprendente, hay fallos hasta en los efectos especiales. En definitiva, es un producto comercial que imagino que cumplió su cometido, es una telenovela de altos vuelos, pero como obra artística no tiene el menor interés. Muy floja.