"Historia mil veces contada del bien y el mal con un diablillo francamente detestable. Una pandilla de timadores andrajosos." Algo así pensé al poco de comenzar.
Pero cada vez que alguien del escaso público del espectáculo ambulante pasa a través del espejo da pie a una escena memorable, moralejas aparte. Y suman unas cuantas llenas de toques geniales surrealistas.
De esos títulos que te hacen preguntarte varias veces:¿cómo carajo rodarían eso?
El reparto resultón es un equilibrio de caras nuevas con actores más que probados. Y considerando las dificultades del rodaje maldito con la financiación, los accidentes y obviamente el deceso de Ledger, los malabares del equipo capitaneado por Gilliam me parecen de nota.
Christopher Plummer lo borda y Lily Cole me enamoró hasta las trancas.
Gran sorpresa de un director del que no soy nada fan.