Esta es una película de terror terror. Existen las películas de terror a secas, y están las películas de terror terror. Con pocos elementos, y una maestría impresionante en el manejo y combinación de esos elementos, Tobe Hooper nos hace creer que eso que allí ocurre, esa pesadilla, esa perdición, ese infierno, nos puede pasar a cualquiera de nosotros, en cualquier momento.

Aquí están los ancestros de Twin Peaks, con esas miradas a la América Profunda, muy idealizadas en el caso de Lynch, absolutamente descarnadas en el caso de Hooper. quien además se muestra mucho más crudo, directo y a la vez más efectivo que Lynch en el tratamiento del terror, es decir, que él no necesita elipsis ni elipses, no necesita metáforas ni signos, ni siquiera una buena pintura, una buena fotografía. Y allí radica el milagro de esta película.

Hace tiempo que una película no me aterrorizaba tanto, provocándome una desagradable sensación de angustia, y una violenta fascinación al mismo tiempo. Las circunstancias en que la vi, también eran anómalas. En mi notebook, en un terminal de buses, esperando durante dos horas mi omnibus para viajar de regreso a mi ciudad.

Lección maestra de terror, lección maestra de cine antiturístico, lección maestra de suspense, de economía de recursos, de ritmo.