Interesante cinta de ficción, simple y sencilla en su argumento que nos adentra en los pormenores de una cruda venganza donde se ponen en juego el valor y el coraje de seres dispuestos a todo pero incapaces de huir y renunciar a sus propósitos y convicciones.

Ricardo Montalban encarna al villano de turno, un despiadado individuo capaz de cualquier acción con tal de capitalizar su venganza. Una frase para recordar del personaje de Khan :"La venganza se saborea más cuando se la sirve fría, y en el espacio hace mucho frío”
William Shatner obviamente será el “blanco” de la revancha, encarnando al admirante Kirk quien será el contrapeso ideal para el duelo principal que se suscita en el conflicto.
Leonard Nimoy como el antológico Capitán Spock, un ser que en este filme tiene una relevante participación demostrando la amistad interracial y el coraje extremo. Una frase suya en esta película para recordar y enmarcar: “La necesidad de la mayoría precede a la de un solo individuo”.

La historia es discreta y no presenta nada de complejidad en el entendimiento de las situaciones.
Hay bastante dinamismo en el guión, no hay abusos de efectos especiales aunque la parte estética de la cinta es correcta y no presenta falencias, sí quizás la falta de recursos comparada con otras obras de mayor presupuesto.

También para destacar la enjundiosa banda sonora donde se resaltan melodías sinfónicas para darle realce a la acción, mientras que no se olvida también de ser más sutil y lírica en pasajes donde abordan la sensibilidad y el humanismo que se irradian de las alternativas fílmicas.

En fin, una digna continuación que nos regala buenas dosis de acción, bastante sensibilidad y emoción gracias al resaltamiento de tópicos tales como la amistad y la gallardía, los siempre presentes ambientes ficticios bien logrados propios de naves intergalácticas, y un proyecto futurista (Génesis) donde emergen a la superficie los idílicos sueños del ser humano de crear vida de lo inanimado.