Pensé que Landon podía hacer una secuela buena de su antecesora (que fue bastante divertida, la verdad), pero es que se repite muchísimo con esta segunda parte. Sí, nos explica por qué pasó todo lo de la primera, pero...jo, casi no hay ni cambios en el vestuario.

Rothe sigue trabajando maravillosamente bien, pero, sinceramente, es más de lo mismo, con algunos guiños a Scream y a Regreso al Futuro, pero sin llegar a la suela de los zapatos a estas obras de culto.

Los personajes y el lugar de la acción siguen siendo los mismos, y aunque tiene algunos giros interesantes no me ha llegado a enganchar como la original. Quizá se podía haber hecho un poco mejor porque al final todo transcurre demasiado rápido.

En conjunto funciona como mero entretenimiento, pero muy raspadita y demasiado repetitiva con respecto a la otra (que sería bueno que la vieran antes para entender un poco esta parte).

No se han tomado tampoco mucho esfuerzo en los decorados ni en el vestuario ni prácticamente en nada, pero si estás aburrido cumple.