Realmente, como se señala de manera certera en otras críticas de esta misma página, son ganas de pasar un mal rato el ver "No es otra estúpida película americana" con pretensiones de analizar cinematográfica el asunto. Joel Gallen dirige un film en clave paródica de varios filmes ("American Beauty", "Crueles intenciones", "American Pie", etc.).

Como decían, en los buenos tiempos, los guionistas de cierta familia amarilla de Springfield, una referencia cómica debe funcionar a dos niveles: debe ser graciosa y, para el público que pille la cita, algo más. Hay muchos gags de esta cinta que tienen fecha de caducidad temprana, lo cual la ha erosionado con el paso de los años.

No obstante, habida cuenta del género, hay cosas bastante peores, además se señala con el dedo hacia ese amplio abanico de barbaridades que se hacen en el cine "universitarios locos" y que Estados Unidos exporta a las salas de todo el globo (y, en el colmo del masoquismo, encima las consumimos).

Se tocan clichés y personajes estereotipados.

La pregunta es si al final no termina siendo otra estúpida películas americana...