El argumento es sospechosamente parecido al de ONG BAK: campesino de zona rural que reparte hostias como panes va a la gran ciudad por primera vez. Ahí se topa con criminales muy malos, e inocentes desamparados a los que proteger.

Iko Uwais (el prota) no es cojo, pero en esta cinta no está a la altura de Tony Jaa. Ni en coreografías ni en repertorio marcial.

A favor de esta versión con respecto a la original: el argumento es más valiente.

En contra: la megapelea final es bastante mala. Ohhh, así que los dos occidentales malvados que contrataban sicarios locales en verdad eran los más duros del lugar. Venga ya. Encima son megapatosos. Por cierto: En Indonesia sólo hay dos pistolas, ¿no? Las de los dos mendas de la escena del ascensor. Una pena que gastarán los dos únicos cargadores del país en el tipo ese.