Algo bueno podemos rescatar de la nueva película del señor Shyamalan: es probable que el director indio se haya cargado la carrera interpretativa del vástago de la familia Smith.

Con seguridad Jaden Smith es uno de los más grandes niñatos pijos de la historia de Hollywood. Éste jovencito, que podría estar terminando con honores la secundaria más cara y prestigiosa que papaíto le puede costear, decide incursionar en el mundillo de Hollywood con nefastos resultados. Cada papel que papaíto le pone en hombros es más importante y más insufrible que el anterior; el niño que empezó como soporte emocional para una de las mejores interpretaciones de papaíto, tiene unos cuantos años después, el protagónico absoluto de una superproducción que se estrena entre la ultra-taquillera Fast & Furious 6 y el reboot de Superman; dónde además papaíto (consagradísima estrella revienta taquillas) es un triste secundario.

Los niños normales le piden consolas a sus padres, los más pijos piden autos o fiestas muy bien documentadas por MTV. No me imagino a Jaden Smith haciendo pataletas por el protagónico de una película de temporada, pero joder… papaíto quiere e insiste en que su hijo sea la próxima mega-estrella de Hollywood (antes lo hubiera inscrito a una escuela de interpretación).

A estas alturas no hace falta decir que si en el futuro volvemos a ver al chico en pantalla grande, es únicamente porque una X-Box One y un Playstation 4 no son suficiente regalo de navidad; pero al fin de cuentas no es el único responsable de éste despropósito.

Sucede que al señor Shyamalan ya no lo contratarían ni para una porno, pero a fin de cuentas hablamos del director que hizo Unbreakable. Perfecto, papaíto (recién salido de ver Avatar) contrata a éste “prestigioso” director para que le haga una peli a su hijo (ocultando muy sabiamente el “Written and Directed by M. Night Shyamalan” de todo material promocional, la cara de la gente que no lo sabía cuando asoma ese nombre en los créditos debió ser gloriosa). No creo que Shyamalan esté pasando hambre precisamente, pero estar en su mansión de Filadelfia prácticamente en el paro debe ser más aburrido que ver The Happening sin una sala de cine descojonándose cada 5 minutos.

Lo demás es historia…