Una más de tantas vidas de artistas musicales que fueron tan exitosas como trágicas; y como en su año pasó con Ray Charles y Johnny Cash, la vida de Edith Piaf es muy apasionante y digna del celuloide.

La película en sí es mera excusa para el lucimiento de Marion Cotillard a quien me resulta muy difícil halagarla con simples palabras. Es tan expresiva ésta actriz, tan deslumbrante que pareciera que la propia Edith la poseyera en algunas escenas. Verla joven y segundos despues mayor ha sido una gozada.

Lo malo de la película es que los actores secundarios quedan totalmente eclipsados por la protagonista y no parecen querer destacar; el director no tiene un muy buen sentido de la narración mezclando innecesariamente las etapas de la vida de la cantante (que no confunde pero tampoco queda bien) aunque en otros aspectos se defiende bastante bien con la cámara (leer spoilers).

Por lo demás: la música, los decorados, el soberbio maquillaje y una vez más la sublime actuiación de Marion Cotillard le dan el aprobado.